Si la tasa de sal es demasiado baja, añade sal a la piscina respetando las cantidades recomandadas.
Si la tasa de sal es demasiado elevada, diluye el agua añadiendo agua fresca en la piscina.
Mide la tasa de sal regularmente para garantizar el buen funcionamiento del clorador salino y un confort de baño óptimo.